Hace años había querido escapar de la rutina, pero siempre buscaba excusas para no hacerlo, porque tenía miedo, especialmente de viajar sola. Era la primera vez que viajaba como mochilera, por lo tanto, la Carretera Austral suponía un reto personal. Por un lado, para probarme a mi misma y por otro, para conocer los paisajes de la Patagonia que solo había visto en fotos durante mucho tiempo.
Cuando salí de Santiago, hacia la Carretera Austral, partí con una mochila, y las ganas de conocer. Tomé un bus de Santiago a Puerto Montt. Puerto Montt es el punto de inicio para los viajeros que visitan el sur. Tengo que admitir que no tenía ningún itinerario para este viaje, sólo sabía que el objetivo sería llegar a Torres del Paine y con eso, empezó el recorrido.
La carretera empieza en Caleta La Arena, donde se toma un transbordador y a 60 kms al sur se encuentra la primera parada: Hornopirén. Este es un pueblo pequeño, pero donde las personas abren las puertas de sus casas para ofrecer camping y además, si tienen la suerte de llegar justo como yo en la fecha de las fiestas costumbristas, sabrán que todos salen a celebrar y la noche no termina, y si eres de los que se acuestan temprano, es indispensable presenciar los atardeceres, donde los colores son los más intensos que he visto.

Atardecer en Hornopirén
Para seguir, tomé una barcaza que cruza hasta llegar a Caleta Gonzalo, que está dentro del Parque Pumalín. Aquí ofrecen camping y varias caminatas, una de ellas hasta una cascada donde un chapuzón es obligatorio. Una de las mejores cosas de viajar, es que todos los días conoces a personas distintas, y se forman vínculos rápidamente y así conocí a un amigo francés llamado Fabrizio. Con él seguimos hasta la entrada sur del Parque Pumalín, se encuentra a unos 22 km antes de Chaitén por las Termas del Amarillo. Nos quedamos en el camping “El Ventisquero” para hacer una caminata de 10 km hacia el Glaciar Michinmahuida. El camino está bien señalizado y casi todo es plano y abierto. La vastedad del paisaje hace que te sientas como si fueras la única persona explorando, pero ojo si te gusta el color negro, porque los tábanos, unos insectos molestos que te acompañan durante toda la caminata, se sienten atraídos particularmente por este color. Al llegar al glaciar, todo el esfuerzo vale la pena. Es imponente, y tienes la oportunidad de acercarte, aunque es muy difícil llegar a tocarlo.

Camino a uno de los campings de la entrada sur del Parque Pumalín
La próxima parada es Chaitén, En el 2008 el volcán hizo erupción, y la ciudad tuvo que ser evacuada y hasta hoy en día todavía se pueden ver cenizas y algunos de los daños de esta tragedia. Fue aquí que me despedí de Fabrizio para ir a Futaleufú, que es conocida mundialmente por su rafting y dicen que tiene los mejores ríos para practicar esta disciplina.
Futa es un pueblo pequeño pero encantador y especialmente me llamó la atención sus trekking donde se destaca la “La piedra de águila” que es el más conocido, el cual es asequible para todos y su punto final es una roca suspendida en el aire, ¡posar para las fotos es un desafío!

Río en Futaleufeu
Para llegar al Parque Queulat –que es el próximo destino- hay que pasar por dos pueblos, el primero llamado Villa Santa Lucía y el segundo La Junta. Se puede tomar un bus o, una opción que todos los mochileros que conocí en la carretera (incluyéndome) hacen, hacer dedo. Hacer dedo es cuestión de suerte, hay ocasiones donde te recogen a los 5 minutos, y otras, donde personas se quedan varadas en el mismo pueblo por 2 días o más, definitivamente, ¡toda una aventura! Esta vez, la mayoría decidió tomar el bus dada la cantidad de personas con mochilas que estaban sentadas en la autopista sin tener suerte. Esto puede ser porque la carretera sigue en construcción en algunos tramos y cierran el paso para autos por varias horas–se supone que estará lista en un par de años- por lo tanto, hay que tener paciencia, o sino tomar un bus temprano en la mañana.
Uno de los mayores atractivos del Parque Quelat es el Ventisquero Colgante. Al llegar al mirador se puede ver el glaciar en toda su gloria. En cuanto a los campings, dentro del parque son escasos, entonces hay que llegar temprano para tener cupo, aunque la otra opción consiste en quedarse en el camping al inicio del parque, donde se encuentra un bus abandonado que pareciera salido de la película Into The Wild, donde es completamente posible dormir adentro.
A pesar de la belleza del glaciar, El Bosque Encantado fue la mayor sorpresa del viaje. A 1 hora y media del parque, un cartel pintado a mano anuncia el comienzo del sendero, y al entrar te sientes transportado a un lugar fantástico. Se camina por un bosque frondoso hasta llegar a un río que da la vista a una cascada, y si se sigue caminando, aparece una gran laguna esmeralda, que parece una fotografía, y si eres valiente, puedes bañarte en la laguna, aunque el agua es helada, pero sólo se vive una vez, y estas son las experiencias que uno recordará luego del viaje.
Después de estar varias horas admirando el paisaje, era hora de salir, entonces Ivo y yo, mi compañero de viaje chileno, empezamos a hacer dedo, cuando nos recogió un camión de carga, que llevaba a 6 personas. Dos ciclistas italianos de unos 70 años, una pareja de Santiaguinos y dos mochileros. Estuvimos viajando de pie, con el peligro de salir disparados de el camión si no nos sujetábamos bien, durante horas. Ver pasar la carretera a esa velocidad, con las montañas al fondo y el viento soplando violentamente, es una experiencia que atesoraré por siempre.
Luego de haber sobrevivido a ese viaje llegamos a Coyhaique, donde recomiendo comprar insumos, porque es la ciudad más grande desde Puerto Montt. Me despedí de Ivo y seguí bajando hasta Cerro Castillo, donde las montañas nevadas parecen estar tan cerca que parece posible tocarlas, y allá se esconde uno de los secretos mejor guardados de la Patagonia. Todos los turistas llegan a Torres del Paine para recorrer las bellezas del parque pero poco saben que Cerro Castillo tiene un sendero que no tiene nada que envidiarle a las torres. La entrada de este trek es desde Las Horquetas Grandes a unos 268 km de Coyhaique, y un simple letrero de Sendero de Chile anuncia el inicio del camino, que dura 4 días donde recorrí bosques, glaciares, y una laguna de color esmeralda, por ende, este trek fue mi aventura favorita del viaje.

Laguna Cerro Castillo
Próxima parada, Puerto Río Tranquilo. En Río Tranquilo se encuentran dos favoritos de los viajeros, el glaciar Los Exploradores y las Catedrales de Mármol. Decidí conocer las catedrales porque las había visto en fotos, y me habían cautivado. A unos 5 km se encuentra “Puerto Mármol”, un lugar donde arriendan kayaks y ¡tienen camping gratis!. La opción de los kayak es una manera increíble de conocer las catedrales, ya que te movilizas por el lago General Carrera por ti mismo, y tienes la posibilidad de acercarte y pasar por los túneles subterráneos donde los tonos de azul de la piedra se contrastan con los del lago y proporcionan un gradiente infinito de colores.

Catedrales de Marmol
Todavía cautivada por las catedrales, era hora de seguir hacia la ciudad de Cochrane. Durante el viaje noté lo tranquilo que es ritmo de vida, y en Cochrane es obvio, cuando los negocios abren a las 9 am, cierran a la 1:00 pm, y de esta manera los dueños de los negocios van a sus casas a almorzar, descansar y luego seguir trabajando. Se nota en la simpatía y paso lento de las personas y se cumple el lema “trabajar para vivir”, y no “vivir para trabajar”. El animal emblemático de esta ciudad es el huemul. Estatuas adornan la plaza principal y en el Parque Nacional Tamango, si se tiene suerte, se pueden ver en su hábitat natural. Tuve la oportunidad de ver a una hembra durante una caminata, y donde al acercarme silenciosamente pude notar la majestuosidad de estos animales y lo escurridizos que son, ya que tienen la capacidad de mimetizarse con su entorno, de modo que son difíciles de avistar.

La majestuosa huemul. Foto: Juan Ignacio Alfaro Palma
A 128 km se encuentra Caleta Tortel, un poblado diferente al resto. Lo que lo hace tan especial son las pasarelas construidas en ciprés que reemplazan a las calles y el cemento. Durante toda la carretera austral me impresionó la gentileza de las personas, y en Tortel, Ginette y su hijo Gabriel. me abrieron las puertas de su hogar sin esperar nada a cambio. Cosas así son lo que hacen que viajar sea algo mágico.

Las “carreteras” de Caleta Tortel
Finalmente, llegue a Villa O’Higgins, un pueblo pequeño con solo 600 habitantes, y este el último tramo de la carretera. En total recorrí 1247 km con mi mochila. Villa O’Higgins simboliza la culminación de la mejor etapa de mi vida. En el camino vi los paisajes más alucinantes, conocí a personas que nunca olvidaré, tuve aventuras que no pensé jamás que me iban a suceder, y sobretodo se cementó mi creencia que el mundo es un lugar demasiado grande y maravilloso para no tener el coraje de salir y conocer.
6 comments
te felicito eres un personita con mucho punch, consigues lo que anhelas, sigues tus palpitos y no temes caer, sigue adelante , conquistaras el mundo con tu mochila al hombro-
Gracias por esas lindas palabrass <3 <3
Holaaa que buen viaje, yo quiero hacer casi lo mismo y me gustaria saber cuanto gastaste y cuanto tiempo tardaste plix 🙈
Holaa!
Tardé unos 2 meses porque andaba recorriendo lentamente jaja y no tenía apuro.. y no sabría decirte exactamente cuanto gasté, pero fue bastante barato porque andaba a dedo cuando podía y me llevé mi carpa y cocinilla, así que acampaba donde podía y yo misma cocinaba mis comidas.
Espero que logres hacer ese viaje! es maravilloso!
Hola Eli! Que viaj estupendo! Yo quiero hacer mas o meno lo mismo en enero. Soy italiano y estoy aquì en Santiago de intercambio. Solo tengo un mes para viajar y yo tambien quiero viajar en mochila y haciendo dedo. Tengo muchas preguntas y me gustaria hablarte:) por correo o, si vives en santiago, en persona! Me harìas un gran favor porque tengo muchas dudas sobre el clima, la ropa, el equipaje, ect…
Muchas gracias y espero verte pronto:)
Luca
Hola Luca! escríbeme a vzlaeli@gmail.com y nos contactamos 🙂